martes, 19 de mayo de 2009

la navaja...

Una y otra vez paso la hoja,
gastada ya, sobre la piedra.
Mientras una idea fija nubla mis ideas
Una y otra vez sin otra causa,
más que una causa vieja de desdicha
Se mueve ante mis ojos que se han ido
buscando en el reflejo de aquel filo
tal vez una pequeña ilusión quizás perdida
La hoja que no es más que simple hierro
quizás de alquimia rara endurecida,
la misma que se afila y pierde el filo,
se gasta ante mis ojos que se han muerto
La hoja que me alumbra con un brillo
tal vez de un sol que nunca he visto,
o un simple brillo no más de simple acero,
quizas de alquimia rara endurecido.
Se gasta en entre las yemas de mis dedos
con muda queja de dolor, como de olvido
Se gasta en pos del filo que persigo
igual que la ilusión que nunca alcanzo
igual que la ilusión que ya he perdido
La gasto entre mis manos sin piedad,
igual gaste mi vida buscando un bravo filo
cortador que me salvara.
Pero los años lo mellaron poco a poco
y el mismo tiempo lo ha esgrimido en contra mía!
También perdío lo duro de aquel temple
que fuera otrora la bandera de mi vida,
y de a poco se gastó...
igual que mi navaja con los años.
La diferencia de la navaja con mi vida,
es que hoy: aunque raspando
lo queda de su hoja en una piedra
es muy posible que aparezca todavía
una pequeña ilusión de bravo filo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario