martes, 15 de diciembre de 2009

A los pueblos y gobiernos del mundo:

Hermanos y hermanas de otras razas, lenguas, credos, color y mismo corazón a cuyas manos se acerque este manifiesto que lo haga pasar a toda la gente de esos pueblos

"No morirá la flor de la palabra...
Podrá morir el rostro oculto de quien la nombra hoy,
pero la palabra que vino desde el fondo de la historia
y de la tierra ya no podrá ser arrancada por la soberbia del poder.
Nosotros nacimos de la noche,
en ella vivimos, moriremos en ella.
Pero la luz será mañana para los más:
para todos aquellos que hoy lloran la noche;
para quienes se niega el día;
para quien es regalo la muerte;
para quienes esta prohibida la vida.
Para todos la luz;
para todos todo.
Para nosotros la alegre rebeldía;
para nosotros nada.
Nuestra lucha es por el respeto
al derecho a gobernar y gobernarnos
y el mal gobierno impone a los más
la ley de los menos;
nuestra lucha es por la libertad para
el pensamiento y el caminar,
y el mal gobierno opone cárceles y tumbas.

Nuestra lucha es por la vida,
y el mal gobierno
oferta muerte como futuro.
Nuestra lucha es por la justicia,
y el mal gobierno se llena
de criminales y asesinos.
Nuestra lucha es por la historia,
y el mal gobierno propone olvido.
Nuestra lucha es por la paz,
y el mal gobierno anuncia
guerra y destrucción.
Techo, Tierra, Trabajo, Pan, Salud, Educación, Independencia, Democracia, Libertad. Estas fueron nuestras demandas en la larga noche de los quinientos años, estas son hoy nuestras exigencias.
Para todos la luz; para todos todo.
Para nosotros la alegre rebeldía; para nosotros nada.
Aquí estamos: somos la Dignidad Insurrecta, el corazón olvidado de la patria."

lunes, 14 de diciembre de 2009

cacerola de teflon...


No te oí... En los días del silencio atronador.
No te oí junto a las madres del dolor,
no sonaste ni de lejos, por los
chicos, por los viejos olvidados.

No te oí... Puede ser que ya no estoy oyendo bien,
pero al borde de las rutas de Neuquén,
no te oí mientras mataban por la espalda a mi maestro.
Y entre nuestros cantos desaparecidos
yo jamás oí el sonido de tu tapa resistente,
que resiste comprender que hay
tanta gente
que en sus pobres recipientes sólo guarda una ilusión.

Cacerola de teflón, volvé al estante,
que la calle es de las ollas militantes,
con valiente aroma de olla popular.

Cacerola de teflón, a los bazares
o a sonar con los tambores militares
como tantas veces te escuché sonar.

No te oí... cuando el ruido de las fábricas paró,
cuando abril su mar de lágrimas llenó.
No te oí con los parientes del diciembre adolescente, asfixiado.

No te oí. Puede ser que mis oídos oigan mal,
pero no escuché en la exposición rural,
reclamar por el jornal de los peones yerbateros,
por la rentabilidad de los obreros,
por el tiempo venidero, porque venga para todos.

No te oí ni te oiré porque no hay modo
de juntar tu avaro codo con mi abierto corazón.

Cacerola de teflón, volvé al estante
de los muebles de las casas elegantes
que las cocineras te van a extrañar.

Cacerola de teflón, a los bazares
o a sonar en los conciertos liberales
como tantas veces te escuché sonar.

No te oí en el puente de Kosteki y Santillán
No te oí por el ingenio en Tucumán.
No te oí en los desalojos ni en los barrios inundados de este lado.

No te oí, en la esquina de Rosario que estalló
Cuando el ángel de la bici se calló
y sus ángeles pequeños se quedaron sin comida.

Y jamás te oí en la vida repicar desde acá abajo
por un joven sin trabajo, a la deriva.
Debe ser que desde arriba,
desde los pisos más altos
no se ve nunca el espanto y las heridas.

Cacerola de teflón, volvé al estante.
Yo me quedo en una marcha de estudiantes
donde vos nunca supiste resonar.

Cacerola de teflón, a los bazares
o a llenarte de los más ricos manjares
que en la calle no se suelen encontrar.

martes, 8 de diciembre de 2009

una historia conocida...

No se sabe mucho sobre lo que pasó en el medio.
Todo empezó con aquel cassette encontrado por casualidad entre muchos otros cassettes que nadie escuchaba en esa casa. Nadie lo escuchaba, probablemente, porque nadie sabía de su existencia. Pero resultó que por aquel entonces empezaba a transitar la adolescencia y buscaba, sin saber bien qué, pero buscaba. Y como reza el saber popular: el que busca encuentra. Así fue como ese cassette gris fue a parar al viejo reproductor de una habitación ajena, que había sido ocupada aprovechando la ausencia de su verdadero huésped.
Es probable que no haya exisitido una gran comprensión en ese primer encuentro, ese primer choque de muchos otros. Pero con seguridad hubo algo diferente, algo que hasta entonces no había experimentado: el estremecimiento de cada célula del cuerpo al sonar de esos acordes, al primer contacto filoso con esa voz.
No se sabe mucho sobre lo que pasó en el medio, entre aquel día de Toxi-Taxi oído por casualidad y ese otro día, muchos años después, en una plaza de la ciudad, muy lejos de casa. La falta de estos datos hace que sea difícil entender por qué hasta el último centavo de los ahorros fue a parar a ese destino, por qué cometió la irresponsabilidad de irse (irse y nada más) justo en ese momento, por qué viajó de esa manera (tan apresurada y feliz).
No hubo más que rutas, durante muchas horas, cruzando provincias, mirando desde las ventanillas ciudades que jamás había pisado. Atrás quedaron Santa Fe, Santiago, Tucumán. Por fin "la linda" se le plantó ante los ojos, y le movió el corazón. Tanto esperarlo y ahí estaba.
Las horas siguientes fueron interminables. Le urgía la necesidad de que la noche por fin se le cerrara sobre la cabeza y trajera consigo lo que había ido a buscar.
Las nubes cubrieron los últimos agujeros que quedaban en el cielo. Otra vez mirar para arriba y reír de que siempre sea igual: la amenaza inminente del clima, para rogar que llueva, para rogar que no llueva.
La nebulosa de humo le cubrió la mirada y pronto quedaron a oscuras. Los sonidos hipnóticos comenzaron a girar en su cabeza, a meterse en cada parte del cuerpo (como aquella primera vez de Toxi Taxi, anticipando lo que vendría), a aumentar las pulsaciones, a condensar la masa para que los otros miles de cuerpos que estaban ahí perdieran su individualidad y se fundieran en el rito repetido.
De regreso a oktubre, desde oktubre... y aunque aún corría septiembre, otra vez se le erizaba la vida, se le pasaban tantos años por la memoria (nadie sabe bien lo que pasó en el medio), se le salían las lágrimas y se le inundaba el alma de felicidades inexplicables.
Las siguientes 2 horas fueron un trance permanente. Un sentir que de tan intenso se volvía tangible. Pasar de la risa al llanto, del abrazo al baile, del grito a la contemplación. Con los Juguetes Perdidos siempre ahí, llevando la noche a uno de sus puntos más extremos, levantar la vista empapada y sonreír por la complicidad de esa estrella que no quiso dejar de ser parte. Un desorden completo de emociones, acumulándose progresivamente para conformar el caos final. La ansiedad anticipando el momento, sabiendo que está ahí, que pronto aparecerá para desatar la tormenta, para tronar por los dolores, para hacernos bailar, presos de nuestras ilusiones, por nuestras penas, por las soledades. Y por fin aparece, el orgásmico pogo más grande del mundo; la pequeña muerte, la entrega total del final, ese dejar alma y vida, el estallido. Alfa y omega de nuestras pasiones.
Movilizados hasta los rincones más profundos de la esencia, nos desprendemos de a poco, volvemos a ser "yo" y empezamos a separarnos. El que emprende el regreso, nunca es el mismo que inició el viaje.
Nadie sabe bien lo que pasó en el medio, entre ese primer Toxi-Taxi y este 19 de Septiembre en el Martearena. Pero ¿quién necesita saberlo?

martes, 1 de diciembre de 2009

Yerba y olvido...


Surco abierto, sueño largo,
tierra roja y malezal,
mandiocal, yerba y olvido,
misionero por demás,
te conozco desde siempre,
y aunque no entiendas mi andar,
el grito que Dios me a dado,
pa´ tu silencio será.

Surco abierto, sueño largo,
tierra roja y malezal,
mandiocal, bofe y miseria,
repartida en el jornal.

Bracero, miseria,
tristeza en los ojos y el hueso
pa´ que me sirve la vida.
Pa´ que me sirve la muerte
Pa´ que me sirve ser hombre y no verte
Bracero de la tristeza.

Hay un pago en el mundo,
donde todo es verde,
donde todo es bello,
donde rugen las aguas,
donde besa el aire,
donde nace el cielo,
donde reina el plumaje,
y exhalan las flores perfumes eternos,
hay un pago en el mundo,
donde llora el hombre,
con sabor a hiel.

Hay un pago en el mundo,
misionero macho,
chipa y terere,
donde ley es trabajo,
Y quien cincha de abajo
revienta de pie.

Surco abierto, sueño largo,
Tierra roja y malezal,
mandiocal, yerba y olvido,
misionero y por demás.

Hay un pago en el mundo,
donde todo es verde,
donde todo es bello,
donde rugen las aguas,
donde besa el aire,
donde nace el cielo,
donde reina el plumaje,
y exhalan las flores perfumes eternos,
hay un pago en el mundo,
donde llora el hombre,
con sabor a hiel.

Hay un pago en el mundo,
misionero macho,
chipa y terere
donde ley es trabajo,
Y quien cincha de abajo
revienta de pie.

sábado, 28 de noviembre de 2009

mi cuchillo picazo...


Tengo un cuchillo picazo
de hoja marca: "Payador",
es mi ángel protector
hermanastro de mi brazo.
Hecho cruz en mi espinaso,
es mi socio en la jornada,
con él desde la clarada
ando hasta el anochecer;
como no tengo mujer
duerme arriba de la almhoada.

Con él abro un atador,
como desdoblo una grampa,
con él me siento en la pampa
un gaucho conquistador;
como está echo a rigor
corta un alambre de acero;
le saco a una res el cuero,
como señalo a un novillo,
porque un gaucho con cuchillo
para mí es un gaucho entero.

En la época invernal
cuando llegan las carneadas,
según las reses faenadas
que es el peso del jornal;
pero mi picazo es pial
una vez que está afilao,
con pacencia desbastao
en el viejo molijón,
queda para esa ocasión
como cuchillo encontrao.

A él lo llevo en el cajón
del "loriver" de dos rejas,
y las yuntas son parejas
por la melga sale un tablón.
Apilando un redomón
el caso no es tan sencillo;
puede enredarse un potrillo
por el apego a la madre;
¡haciéndome un lío padre!
y ahí hace falta un cuchillo.

Cuando adorna mi cintura
soy el hombre más tranquilo,
su corazón es el filo
su altar empuñadura;
por su balanceada achura
garantiza un buen planazo,
si me tiran un mangazo
seguro que lo punteo,
y le pinto un benteveo
con mi cuchillo picazo.

La vaina es de suela y plata
y su color negro y blanco.

jueves, 26 de noviembre de 2009

papa cuentame otra vez

Papá cuéntame otra vez ese cuento tan bonito
de gendarmes y fascistas, y estudiantes con flequillo,
y dulce guerrilla urbana en pantalones de campana,
y canciones de los Rolling, y niñas en minifalda.

Papá cuéntame otra vez todo lo que os divertisteis
estropeando la vejez a oxidados dictadores,
y cómo cantaste Al Vent y ocupasteis la Sorbona
en aquel mayo francés en los días de vino y rosas.

Papá cuéntame otra vez esa historia tan bonita
de aquel guerrillero loco que mataron en Bolivia,
y cuyo fusil ya nadie se atrevió a tomar de nuevo,
y como desde aquel día todo parece más feo.

Papá cuéntame otra vez que tras tanta barricada
y tras tanto puño en alto y tanta sangre derramada,
al final de la partida no pudisteis hacer nada,
y bajo los adoquines no había arena de playa.

Fue muy dura la derrota: todo lo que se soñaba
se pudrió en los rincones, se cubrió de telarañas,
y ya nadie canta Al Vent, ya no hay locos ya no hay parias,
pero tiene que llover aún sigue sucia la plaza.

Queda lejos aquel mayo, queda lejos Saint Denis,
que lejos queda Jean Paul Sartre, muy lejos aquel París,
sin embargo a veces pienso que al final todo dio igual:
las ostias siguen cayendo sobre quien habla de más.

Y siguen los mismos muertos podridos de crueldad.
Ahora mueren en Bosnia los que morían en Vietnam.
Ahora mueren en Bosnia los que morían en Vietnam.
Ahora mueren en Bosnia los que morían en Vietnam.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Yo soy como soy y tú eres como eres, construyamos un mundo donde yo pueda ser sin dejar de ser yo, donde tú puedas ser sin dejar de ser tú, y donde ni yo ni tú obliguemos al otro a ser como yo o como tú."

miércoles, 18 de noviembre de 2009

es para vos... (robado a gabee)

Estamos sentados a cincuenta centímetros de distancia y yo no encuentro la forma de poder darle un beso. Ella habla de un mundo que desconozco y yo distraigo mi única posibilidad de reacción en proyectar esa reacción.

Mi silencio aturde cuando se va de nuevo y su voz consigue otra parte del relato. Mientras, no hago otra cosa que pensar en pedirle que cambie la música, mis reflejos caen a pedazos sobre la idea estúpida de que otra canción puede ser el pasaje para volar a un país que queda a cincuenta centímetros y catorce años de distancia de mi nariz.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Anécdotas de caza: "el Firulai"


Dicen que en las reuniones de cazadores y pescadores siempre se juega a ver quien cuenta la anécdota más asombrosa. Las malas lenguas acusan a unos y otros de mentirosos, pero en realidad esto no es así, sólo son exagerados... En una de estas reuniones, asado mediante, donde el tema es inminentemente de carácter cinegético, ya se habían tocado casi todos los temas y era el turno de los perros de caza. Cada cual relató su experiencia con los mismos dando lujos de detalles y adornando la relación con las más curiosas anécdotas. Agotadas las razas conocidas la conversación andaba sobre cuzcos lanudos, galgos y perros de policía con asombrosas dotes para la caza. Cada uno de los comensales cazadores parecía (sólo eso, parecía) querer superar en extraordinario el relato de quien le antecedía. Cuando ya casi no quedaban proezas por contar, uno de ellos, muy serio, con cierto aire de superioridad y conocimiento científico del tema, largó al ruedo: "El que era bárbaro para cazar el Firulai...". Y contó: "hace dos o tres años fui a cazar a un campo cerca de Aldao, había llegado temprano y, como acostumbro, estaba mateando con el encargado y su esposa cuando comenté que no había llevado perro, a lo que la mujer me dijo: -Si no trajo perro no se preocupe le presto el Firulai. Por supuesto que acepte con gusto el ofrecimiento ya que caminar el campo sin perro es caminar al cuete.
Habiendo terminado la mateada me proponía ir a cazar así que pregunté por el Firulai, pretendiendo conocerlo y hacerme amigo. -Ahí está - Me dijo la señora señalando con el gesto de la cabeza hacia un macetón.
Como no vi perro alguno pregunté ¿Dónde?, ¡Ahí! Volvió a afirmar como preguntándose si era ciego. En la maceta, enroscado entre una planta dormitaba un gato cruza con angora. Si, el Firulai era un gato. Ante mi mirada sorprendida la dueña del gato me tranquilizó diciendo: - Usted vaya que el Firulai lo va a seguir. Así que agarré escopeta y cartuchos y encaré para el campo. Estaba cruzando el corral del tambo cuando lo veo al mozo. El Firulai que venía atrás mío. Lo hubiesen visto buscar perdices... un fenómeno el Firulai. Parecía un tigre el loco..." Y aquí el relato se puso más espeso por lo que algunos despacito fueron pidiendo permiso para retirarse derrotados.
El relator apuró el último trago de vino de la copa y soltó un...¡Y bueh!... y se sumergió en quien sabe qué pensamientos. Mientras por los campos de Aldao, como un tigre en la selva de la India, anda suelto el Firulai.

martes, 3 de noviembre de 2009

RELATOS DE CAZA: LA RENGA...

El pueblito era apenas un punto perdido en la inmensidad de la pampa húmeda, donde se apretujaba un puñado de desesperanzados que bien podrían llamarse bolsa-dependientes, ya que subsistían gracias a los vaivenes inseguros de la carga y descarga de bolsas del tren cerealero, que pasaba periódicamente por la casi siempre desolada estación ferroviaria.

Llegados al caserío, la primer dificultad consistió en hallar un sitio donde dormir.

Bastó una ojeada al pueblo para descartar pretensiones de hotel, pensión, posada o algo por el estilo, por lo que nos dimos a la tarea de buscar la compasión de algún vecino que nos diera techo para guarecernos.
Gracias al único conocido, que sería nuestro guía de caza, nos contactamos con la dueña del único establecimiento comercial, el almacén de ramos generales donde se conseguía desde sal hasta una máquina para molino.

El vetusto caserón centenario mostraba su frente corroído por el paso de las inclemencias del tiempo, que había dejado al descubierto los enormes adobones amalgamados con barro.
Si así está el chassis – pensé para mis adentros – ¿como estará el motor!!!?
Entramos al umbrío y amplio local que mostraba sus despobladas estanterías descascaradas y el altísimo techo cruzaso por enormes vigas de madera desde donde colgaban largas cadenas con candiles que alguna vez funcionaron a querosene.
Una lamparilla eléctrica en el centro permitía adivinar detalles que mejor era ignorar.
Luego de las presentaciones de rigor, conocimos a nuestra anfitriona, una mujer joven que, detrás del mostrador, nos transmitió una medida cordialidad y buena disposición para permitirnos el uso de una “habitación” a cambio de una suma exagerada. A primera vista era, pobrecita, un adefesio vestido, pero al observarla a la luz era mucho peor.
Como no teníamos opciones, nos dejamos guiar dócilmente a través de un lúgubre pasillo que desembocó en la “suite”.

Mientras la seguíamos a través de las sombras comprobamos que, además, era ostensiblemente renga y de una delgadez extrema.

En cuanto al cuarto, no desentonaba en absoluto con el resto: las paredes que alguna vez estuvieron revocadas, mostraban los ladrillos corroídos por la humedad y una abertura que fue ventana aparecía tapiada por dentro haciendo más desagradable el ambiente. La puerta era apenas una abertura con un travezaño como recuerdo del marco y en el centro del recinto una cama doble sin colchón que “lucía” un elástico oxidado y deforme.

Sin opciones, desandamos el camino hasta el “viejo almacén” y nos sentamos frente a una mesa de hierro para gozar de un par de cervezas.
Desde la llegada, fue lo mejor que nos pudo pasar, ya que tuvimos tiempo de desgranar una larga charla con nuestro nuevo amigo que, a cambio de tantas malas, nos acercó algunas buenas acerca de las posibilidades de cazar algún chancho, de los que abundaban en la región.


Con su ayuda descargamos nuestros petates y por fin quedamos como dueños absolutos de la habitación, que mi compañero estrenó sentándose en el camastro para llegar con la cola hasta el suelo: tan flojo era el tejido.
La primera noche transcurrió sobre nuestras colchonetas y dentro de las bolsas, entre comentarios jocosos acerca de los avatares que acompañan a los cazadores y, no podía ser de otra manera, maldiciendo al destino que nos puso delante a la pobre cenicienta en lugar de una criatura apetecible. Cómo sería de fea que mi amigo, empedernido Diego que me dió infinitas muestras de aceptar cualquier convite “mientras esté tibio” como solía decir, debió aceptar cualquier avance como imposible.

Por otra parte, por causa que desconocíamos, el guía no las traía todas consigo. ya que mantenía una actitud evasiva y misteriosa, que solo pudimos cambiar luego de rogarle que nos contara qué pasaba
Y nos contó

Algún tiempo atrás, un desconocido que pernactó un par de noches en "nuestra" habitación, tomó la decisión de terminar con su vida y no halló mejor forma de hacerlo que colgarse del dintel que quedó de la puerta.

Lo que era apenas anecdótico, para esa gente buenaza y plagada de creencias esotéricas, el cuarto era estaba maldito y nosotros amenazados por fuerzas ignotas, por lo que, muy enfáticamente, nos pidió que lo abandonáramos. Debimos echar mano a todo nuestro poder de convicción para que por fin eccediera a segui como nuestro guía.

Los días siguientes fueron una sucesión de intentos cinegéticos que nos mantenían todo el día en el campo, aunque debo destacar que en cada regreso al resort, mi compañero,muy tibiamente por cierto, fue mudando de opinión acerca de la mujer, que como pasa generalmente cuando nos alejamos largo tiempo comenzó a verla cada vez más atractiva.
Para ser breve, no pasó demasiado tiempo hasta que el romance trajo aparejado mi desalojo de la suite, cuyo catre, posiblemente debido al influjo del alma del ahorcado, cambió súbitamente de tensión y contextura.
saludos
el hereje

sábado, 24 de octubre de 2009

una tade de liebres

Esta historia tiene su comienzo en la sobremesa de un asado, por supuesto acompañado del reglamentario vino tinto. Así fue como luego de un rato largo de charla y oración al santo 750cc el aire se fue poblando de imágenes, retazos de campo, potrero y salidas. De padres y abuelos de anécdotas de tiempos mas simples sin cotos ni elites ni campos solo para turistas con gordos bolsillos llenos de divisas. Es cuando los tres integrantes de esta aventura hacen un aparte casi a escondidas de las mujeres y los niños para evitar caras de desaprobación y los agu llevame!!! De los más benjamines.
Adrián rompe el hielo: -Dale cutin, (un servidor rebautizado así por el más pequeño de los sobrinos de Adrián) ¿subimos los rifles y arrancamos a ese lugar que me contaste? Podríamos cazar un par de liebres ¿o no?
Mario: -¡Déjense de joder si son de aire comprimido! ¡No van a matar ni a una mosca!! Jajá
Agustin: - Bueno no jugamos nada pero arranquemos y como decía mi abuelo: ¡vamos a ver cuantos pares son tres botas! Eso si yo los llevo al potrero pero no mas de una liebre por cabeza! Y vamos con tu auto Adrián que el mío tiene problemas con las luces de posición y no quiero que nos lleven por delante en la ruta. Dejamos el vw 1500 en tu casa Adrián que queda de camino.
Con una sonrisa rebalsante de nuestro lado y una trompa enorme de las mujeres de la familia emprendimos el viaje. En el baúl el Shark a repetición, su hermano tiro a tiro, el farol una garrafa nueva unos balines punta hueca del fabricante y una cajita de balines esféricos marca lobo. El resto incluía las sillas plegables el termo los jarros una petaca y algún salame que creo cayo por error. Entre charlas y bromas recorrimos los 50 Km. que separaban la casa de Adrián en Padua del campo y ya llegando por la ruta 6 y la 200 la humedad y la densa niebla no dejaba ver a mas de 5 metros delante del auto conforme la cosa pintaba mas fea las caras mas se alargaban ¿Será que no era nuestra noche?
Pese a todo la decisión fue unánime “Hay que seguir” acertada porque llegando al cartel y los palitos que indican el comienzo del camino rural empezó a soplar un poco el viento y se dejo ver una luna “para colgar baldes” Paramos un instantes nos vestimos cual GI Joes del subdesarrollo aprontamos las armas, cruzamos por el techo y por dentro de las puertas de atrás una soga a la cual le realice una suerte de manijas para que se pueda ir parado en el zócalo del auto con las puertas traseras abiertas listo para tirar y tener donde asirse ante cualquier pozo.
Ya listos para comenzar decido manejar (mis compañeros eran dueños de un entusiasmo solo visto en niños de 10 años)
Adrián se apronta con mi fiel shark a repetición un sus manos chequea el encare a la mira shilba 4x32 en repetidas veces para encontrar el punto focal fácil y me dice: ¿Fumo con la mira? A ver si no le pego! Le respondo en tono de película doblada al español: En el fondo de 25 metros dio bien ahora será la hora de la verdad!, jajaja.
Mario hace lo propio del otro lado del siena y toma el busca huellas que ya hace un tiempo le sustituí las baterías inalámbricas por un cable y una lámpara h3 de 100w y paso a ser otra cosa totalmente distinta. En mi regazo el Shark a cerrojo listo para reforzar el tiro ante un animalito herido así a paso de hombre arrancamos con el auto.
No hicimos 500 metros cuando la primer invitada llego a la fiesta una liebre regordeta dejo ver primero el pompón de la cola al saltar entre los pastos y luego sus orejas hasta que por allí aparecieron los brillantes ojos tan buscados.
Le grito a Adrián: -No le tires que esta lejos, ta difícil y se va a ir igual. Adrián me replica: - La tengo fumà que la tengo. Tensa el dedo y TANNNNG! Ante mis ojos la liebre pega un salto de un metro y cae. Suelto todo detengo el auto y salgo corriendo a buscar a la presa. Mi entusiasmo y apuro evitan que vea debajo de los pastos la zanja y allí caigo de cabeza sin llegar a decir ¡¡agua!!
Me levanto cual resorte vuelvo a emprender la carrera, encaro el alambrado de 7 hilos, salto… y me engancho la entrepierna del pantalón en las púas. Las risas explotaron en la noche, no hago caso, llego a la liebre la tomo de las patas traseras y le propino una fuerte patada en la nuca para evitarle sufrimiento. Ahora un pequeño detalle los borcegos llenos de barro en el pasto no se afirman bien así que otra vez de bruces en el pasto. Vuelvo riéndome caminando tiro la liebre en el baúl y continuamos todo acompañado de comentarios como:
-¿Sabias que buscan nuevos malabaristas en el circo rodas? –Menos mal que no cazamos jabalíes sino te subías a domarlo –Donde menos se espera salta… Cutin
Me reía, pero el humito de mis orejas me delataba y justo cuando estaba por retrucar aparece a unos 35 metros delante una liebre, Mario (quien demostró esa noche ser excelente para marcar las presas con la luz) Grito: ¡déjala que es chiquita! Así vimos como de a saltitos la juvenil pasaba por delante nuestro. Y la acción tuvo su recompensa enseguida apareció otra esta si por demás bien alimentada de excelente porte otra vez Adrián… silencio…. Y TANNNG! El revolcón del animalito dijo que el disparo fue todo lo esperado. Un breve descanso un brindis de la petaca por los trofeos obtenidos y ya estábamos listos para buscar la tercera y ultima según lo pactado. Pero el diablo metió la cola y el auto se detuvo, se apagaron todas las luces y parecía haberse ido al reino de los muertos. Todo esto a kilómetros del asfalto. En la completa oscuridad buscamos a tientas las linternas y nos miramos: -¿Qué hacemos? ¿Caminamos? ¿Empujamos? ¿Pedimos por mama?
Luego de pensar un rato llegamos a la conclusión si la batería tenia carga, el problema estaba en otro lado, el siena no tiene computador. Así que decidimos, sin nada más que la Victorinox, desarmar la carcasa del volante. Quitamos los cables y cual experimentados ladrones puenteamos el contacto y le dimos arranque al auto.
Entre exclamaciones de alegría y alivio la comunidad de la liebre retomo el camino a casa. No sin antes comprometerse a nuevas aventuras. Dicen por ahí que hay un campo de 200 ha que espera a ver si las perdices se hacen amigas.

FIN

jueves, 22 de octubre de 2009

creo en la pasión sin verso
creo en la entrega sin límites
creo en las hazañas que terminan en proesas
creo en el compromiso
creo en la belleza
creo en la lucha que es mucha
creo en el talento
creo en la humildad
creo en el respeto
creo en la locura
creo en la distancia que recorre una esperanza cuando se empuja y se empuja
creo en la hermandad
creo en la amistad
creo en la fuerza que sale de adentro cuando hay que ganar
creo en la aventura
creo en los sueños
creo en lo real
creo en las voluntades que derriban barreras
creo en la alegría
creo en los retos
creo en los sueños con espirítius inmensos
creo en la destreza
creo que una lágrima sincera vale mas que mil barreras desplegadas en el cielo

miércoles, 21 de octubre de 2009

PUNKY WEEKEND

De lunes a viernes, un chico normal,
El fin de semana, vos te transformas
Mama te da plata, y contento estas,
Con tus amigos salís a bardear.
Y si a vos nadie te ve,
A un boliche vos te metes,
Pero si a vos alguien te vio,
Entre porque una mina me pago.
Vos sos parte del rebaño,
Pero yo de esto no me extraño,
Así como vos hay millones.
Panquis de cartón putos cagones.
Ay, que linda que es tu cresta,
Ay, que linda que es tu vestimenta,
Ay, que loco te viniste hoy,
Ay, que conformista sin mente que sos.

lunes, 12 de octubre de 2009

500 CRIMINALES AÑOS!!!

y vos que mierda festejas, y a quien mierda alabas,
sangre india corre por donde vos estas y también pisas.
No fue ni uno, ni fue tres,
No fueron seis, tampoco diez,
Y fueron miles y miles, carne de tus fusiles.
La democracia ya volvió,
Y el pueblo así lo festejo,
Pero no se devolverán las vidas que fueron cegadas.
Y ahora conmemoraran, y el mundo entero a festejar.
Festejan solo 500 criminales años de destrucción.

MATAN INDIOS

Mil cuatro noventa y dos,
Fue el año en que llegaron,
Mil cuatro noventa y dos,
Fue el año en que mataron.
Ellos vinieron, y todo se llevaron,
Ellos vinieron, y a nuestros indios mataron.
No, no, no.
La luna y el sol, esos son sus dioses.
Pero creen en algo que ven,
Y no en algo que desconocen.
Matan indios, sin razón,
Matan indios, por no gustarle se religión.
No, no, no.
Ellos se fueron, y los nuestros se quedaron,
Se quedaron, en el suelo masacrados.
Me cago en su descubrimiento,
Me cago en su evolución,
Me cago en Pedro de Mendoza,
Y me cago en Colon.
No, no, no.

lunes, 28 de septiembre de 2009

el himno cuchillero :P

Cuando arruine todos los biseles
cuando viva sin saber templar
cuando ya no coman más las limas
y la noche no me deje en paz.

Cuando tenga miedo del silencio
cuando cueste mantenerse en pie
cuando se rebelen los diseños
y mi compu no entre a la web.

resistire erguido frente a todo,
me volvere martensita para endurecer
la piel y aunque los vientos de la vida soplen fuerte,
soy como el sanmai
que se dobla pero siempre sigue en pie,

Resistiré para seguir viviendo
soportaré
los golpes aferrado a mi full-tang
y aunque la guarda se me rompa en mil pedazos
resistiré, resistiré.

Cuando el mundo deje de oxidarse
cuando al damasco lo haga yo
cuando me apuñale la nostalgia
y no reconozca ni a Vogt.

Cuando me amenace la locura
cuando de mis lijas salga pus
cuando el diablo pase la factura
las grossas boletas de la luz.

resistire erguido frente a todo,
me volvere martensita para endurecer
la piel y aunque los vientos de la vida soplen fuerte,
soy como el sanmai
que se dobla pero siempre sigue en pie,

Resistiré para seguir viviendo
soportaré
los golpes y jamás me rendiré
y aunque los fierros se me rompan en pedazos
resistiré, resistiré.

domingo, 27 de septiembre de 2009

un infierno que estuvo encantador!!!!!

Buenos días en este Hermoso Día (que va a ser)!!!! Desde un Universo Redondo inmerso en un Mundo Cuadrado te esta hablando uno más de los tantos discípulos de la religión, en la cual (a diferencia de las convencionales) no somos indefensos corderitos sometidos a que los otros nos chupen hasta el último centavo.

Nuestro Dios Solari no saca provecho de nosotros, porque en definitiva, a la hora de ver crecer las flores desde abajo, a él también lo van a almorzar los gusanos.

Tengo buenas noticias, hoy no voy a necesitar robar puta guita para poder asistir a la misa del 19. No voy a necesitar robar nada, ni siquiera un bondi que desvíe su camino a Finisterre, para dirigirnos a Salta Capital. Tampoco voy a necesitar una sagrada remera rockera a la que nadie va a escuchar, una botella para bardear a los ratis, un auto guapo que venga a buscarme, ni un toque por si las moscas van al recital. Ni siquiera voy a necesitar las estrellas ahí nomás para romper las cadenas del dolor como un preso político y escapar de ésta cárcel, en caso de que caiga tal como ocurrió con Wálter. Sólo voy a necesitar lo que yo ya tengo: esas banderas, sedas de sedas, que llevo en mi corazón, esa pasión ricotera que hace poguear hasta al payaso de la Cajita Feliz.

Mi perro me espera en casa, y mi amor -que no viene de Francia, es bien criolla- duerme en mi cama hasta mi regreso. Alrededor del reloj, el tiempo se nos está pasando lento, y bueee, Un Recital De Los Redondos Cuesta Tiempo De Espera... tal como Vivir Cuesta Vida. Tantos rockeros bonitos y educaditos se van a morir escuchando el noticiero para ver qué pasó ese viernes, y van a esperar ver el recital por su t.v. führer (ji-ji-ji!!!). Para otros, éste va a ser sólo un efímero capítulo más en la historia, pero para nosotros va a ser Patricio Rey regalándonos una vez más un pedazo de estrella lujosa, como si realmente las bandas comiéramos de la real manzana.

Tal como aquel River de años atras, plagado de pibes de los astilleros y de hijas de fleteros, de negritas que bailan hasta el fin, de tipos de que no enceran nunca su bastón y que tienen cigarros de los que no caen cenizas, de tipas rapaces, de negros Atilas y de amigos groggies sin destilar, y con sheriffs en las puertas pretendiendo masacrar a los renegados hijos de Alí Babá. Recordemos, amigos, que no vale nada ser la nueva banda si andamos trepando radares militares. Somos parte de éste carnaval (no vamos a decir que no), pero procuremos no alimentar a la emulación a la que adhieren casi todos los argentinos. Reconozcamos que somos seres humanos y que, por lo tanto, el infierno de Luzbelito es un espejo para nuestra vergüenza, pero aún así: no transemos, rajemos del cielo y seamos simplemente Las Bandas del Indio Solari. Somos los hijos de puta que van a beber de sus aguas y, ya sabemos, los hijos de puta no descansan nunca. Pase lo que pase afuera,
ADENTRO FIESTA

jueves, 24 de septiembre de 2009

veneno sabor miel

Rompiendo todos los candados se echó a la fuga
siempre sabiendo que es tarde para volver atrás
el tren que rompe en la noche, las rutas desnudas
las lágrimas sobre su sonrisa, quieren traicionar.
Dejó cuatro líneas grabadas como buenas excusas
esperando que la comprendan, una vez más
la tierra no es para ángeles, no cabe duda
y últimamente el diablo pide más y más.
Y ella es un veneno sabor miel
que sube como un volcán, bajo la piel
y que nunca dejaré de beber, sin poder entender.
Ahora arrastra sus sueños por los andenes
siempre sabiendo que es tarde para volver atras
El fuego siempre está allí, para el que lo quiere
y últimamente este ángel pide más y más.
Y ella es un veneno sabor miel
que sube como un volcán, bajo la piel
y que nunca dejaré de beber, sin poder entender
y que nunca dejaré de beber, sin querer entender.

viernes, 18 de septiembre de 2009

presente...

Giré un poco y estabas ahí, ayer
Hoy no, no estás
pero dejaste tu sombra, oscura, manto negro

Ya no escarbaremos en los pechos
en las mentes tibias

Nuestros dedos ya no alimentan
como lenguas secas, como cabras

Solía haber una línea en el piso
la mirábamos con recelo.

La crucé.

noches y noches...

Búscame entre las nubes una noche de tormenta
y mira en la tierra vieja, tal vez veas mis pasos.

cortito...

Te quiero limpia, tibia, y sin toda esa mierda encima.
Porque pierdo la costumbre de dormir por las noches,
está en mi consuelo que no sientas lo mismo.

Pasado, presente...

martes, 1 de septiembre de 2009

ensayo del estudiante abandonador (fakin trabajo final!)

Decidí escribir este ensayo fijándome principalmente en el tema de la finalización de estudios, pero al ser este tan extenso vamos a desarrollar uno de los diferentes temas que engloba el tema principal, el tema que vamos a desarrollar es la mediocridad de los alumnos que solemos decir… “¿Para que estudiar mas si con un seis apruebo y zafo?” la mayoría de los que decimos esto desgraciadamente ni para un seis estudiamos. Lo que nos lleva a fracasar en los estudios.
"Marionetas, eso somos"…. rezaba un panfleto esparcido en el cole.
¿Acaso no es verdad? , pensé al verlo….
Depende del ojo con que se nos mire cada uno puede ser un fenómeno o un “Don Nadie” Aunque pareciera que hoy día si no “pertenecemos” a la elite de las 4x4 o las “Pilchas de Boutique” lo mas probable es que nos toque ser lo segundo; entonces…. eso que alguien escribió por ahí de que “El lujo es vulgaridad...”¿¿¿ no es cierto???
Y... mi amigo…. dependerá de cuales son vuestros valores.
¿Acaso tiene más valor una “buena camioneta” que el lugar a donde ella te puede llevar….? O peor… si usted es estudiante ¿acaso tiene mas valor un ocho que lo que usted incorporó a su mente...?
Solo usted pone precio a su vida (traste...) y va a depender del precio que le ponga las veces que le será comprada (o pateado…).
Por eso es muy probable que seamos “marionetas” siempre y cuando no entendamos que aprender no es aprobar, que la nota (camioneta) no es mas que su aprendizaje o conocimiento (lugar donde fue con su linda camioneta….).
Por mucho que nos pese para terminar nuestros estudios tendremos que dejar la mediocridad de lado y empezar a pensar que una buena nota no es nada si la conseguimos a través de un machete o de estudiar lo justo para aprobar la materia, una buena nota conseguida a través del estudio tiene muchísimo mas valor y beneficios, porque además de servirnos en el momento nos va a ser útil en diferentes circunstancias de nuestras vidas.
Rompamos los esquemas, imaginemos, soñemos, no seamos mediocres que de esos los colegios están llenos, del lado del pizarrón y del lado de los pupitres…
Del lado de los pupitres estamos nosotros, los mediocres , los estudiantes abandonadores,que nos negamos a cooperar con los profesore,,que nos dedicamos solo a molestar en horas de clases
Del lado del pizarrón están los profesores hacedores de estudiantes abandonadores, los que suelen negar una ayuda a los alumnos por culpa de la generalización por culpa del “los alumnos son todos iguales”.

sábado, 15 de agosto de 2009

noche de jueves

noche de jueves, había sido un día frio y triste; por eso decidí ir a el bar de “don Carlos”, donde se juntaban mochileros, y toda esa gente que va para el lado que el viento sopla, empecé a charlar con un salteño, me contaba de sus experiencias en esos viajes tan largos ;mientras me tomaba una caña con ruda, y atentamente escuchaba en su voz algo extraño ,por fin me conto que andaba medio mal con su familia por eso decidió hacer estos viajes , su destino era el bolsón. Esta vez iba solo, porque en las montañas había perdido a su gran amigo.

yo le pedía otro copa al amigo Carlos, el mochilero medio entre las uvas contaba que su mejor hobby eran los artesanías rusticas y otras, yo miraba y escuchaba atentamente , era algo que me interesaba cada vez más , fanático yo también de las artesanías, le decía el mas grande sentimiento es usar algo echo por mis propias manos.

Desde cuchillos hasta las pipas, me eh diseñado para mis extensos viajes me decía el salteño con voz ronca.

Después de charlar un largo rato, le pregunte si en esos viajes no podía unirme yo, me respondió que le encantaría. Esperamos el amanecer cargue mis pilchas y salimos a hacer dedo; recorrimos todas las rutas y caminos desiertos, después de cinco largos días de ruta llegamos al bolsón (a las 22:30…) donde el salteño dijo:

Mejor me muevo, yo necesito “laburar” algo antes de las 12 tengo sueño, necesito dormir un poco y darle descanso a mi cuerpo gastado.

Yo sin comprender exactamente a que se refería le di el ok y me fui al hostal a dormir un rato… ¡Que noche rara!

Mientras estaba acostado en las piojentas camas del hostal donde parábamos el salteño laburaba (vaya uno a saber de que).

Esa noche cuando el salteño volvió le pregunte de que laburaba, no tuve respuesta...

Después de unos diez días en el bolsón Agustín (la única información que pude sacarle fue el nombre) decidió seguir viaje hacia el sur y desde allí tenia ganas de cruzar a Chile, me pidió que lo acompañe pero ya había estado suficientemente tiempo fuera de casa por lo que decidí emprender el regreso.

En el momento de la despedida tuvimos una corta charla sobre lo que es el viajar…

Después nos abrazamos, pero no me di cuenta de que mi abrazo lo traspasó como aire

Si, por más que no lo crean había hecho un viaje largo acompañado por un fantasma.

Con el tiempo me entere de que el mochilero murió en la noche de un jueves muy fría al costado de la ruta…

Todavía resuenan en mis oídos lo último que me dijo:

“La respuesta del vacio esta cifrada en nuestro eco.”

_______________FIN________________


autores: Emanuel Mattos y Agustin Soldini

lunes, 3 de agosto de 2009

Gripe Chanchita...

Tengo una duda.

¿Yo soy un inconsciente suicida o los que usan barbijo son unos exagerados ridículos?

sábado, 1 de agosto de 2009

¿Orgullo ateo?

Ni satánicos ni esnobs


En la actualidad, si usted se identifica como ateo, olvídese de entrar en el mundo de la política latinoamericana y es probable que se sienta empujado a no visitar otros círculos también. Entre muchos, el ateo ofende por su mera presencia; no creer es, o parte de un plan satánico contra dios o simple y sencillamente un gesto de muy mala educación hacia los demás, como si la opción misma debiese ser abolida.

Nunca he partido de la premisa de que el creyente es menos inteligente ni perspicaz tampoco pienso que sea más bondadoso ni tolerante, esas cosas se evalúan individualmente; no suelo deliberar que aquel que cree en seres sobrenaturales es necesariamente crédulo en todo lo demás, somos animales muy complejos para ser medidos y definidos por una sola faceta de nuestras vidas. Justamente, es esa forma de evaluación la que espero de los creyentes al conocer mi condición de atea. Tolerancia, respeto, empatía…libertad.

carta de un rinoceronte a una luciernaga que ya no existe


De a poco todo comienza a salir un pokito mejor.
Ya no tengo pesadillas. Ni piojos. Y gracias a mi nueva costumbre de usar a modo de papel de armar las hojas de los libros de poesía jujeña que me gustaron mucho,casi ya no fumo.
Conseguí trabajo. Subí diez kilos. Y ya no preocupa tanto que la tierra pueda explotar de un día para el otro.
Pero hay cosas que no cambian. Cosas que nunca cambian.
Ayer quise decir Lucía y fue tu nombre el que dije.
Y es así... Mi estoica tranquilidad de rinoceronte en cautiverio nuevamente amenazada por no saber olvidar

jueves, 30 de julio de 2009

De una forma u otra todo lo que hago tiene que ver con vos. Sos mi musa en zapatillas! (Pero esto nunca voy a decírtelo).

miércoles, 29 de julio de 2009

autoentrevista en el espejo mientras me quito la mascara




-Seguìs escribiendo.

-Algo asì.

-A pesar de haber dicho que no volverìas a hacerlo...

-Nunca cumplo lo que prometo. (No tengo palabra).

-¿Què estàs leyendo ùltimamente?

-Nada. Prefiero ver dibujos animados o pasarme todo el dìa aprendiendo a caminar con mi sobrina.

-¿Eso fue algùn tipo de metàfora?

-Para nada. Realmente quisera ser màs como ella y menos como yo.

-¿?

-No importa.

-Una vez dijiste que los artistas no se enamoran, que sòlo se obsesionan. ¿Te consideràs un artista?

-Nop.

-Entonces estàs enamorado...

-Tampoco. A veces (siempre) me obsesiono, pero eso es todo.

-Volviendo al tema de escribir... Ahora tenès un blog... ¿Estàs buscando nuevos lectores?

-No creo. Escribo ahì para no llenarme de cuadernos.

-"Llenarme de cuadernos" ¿Estàs escribiendo mucho ùltimamente?

-Sòlo cuando estoy hecho mierda.

-¿Estàs escribiendo mucho ùltimamente?

-Sòlo cuando estoy hecho mierda.

-¿Estàs hecho mierda?

-Sì.

-Sos conciente de que no existo. ¿No te preocupa estar hablando solo otra vez?

-Siempre es bueno tener a alguien con quièn hablar. (Aunque ese alguien no exista).

martes, 28 de julio de 2009

DOCTOR RENE GERONIMO FAVALORO....


Si se lee mi carta de renuncia a la Cleveland Clinic, está claro que mi regreso a la Argentina (después de haber alcanzado un lugar destacado en la cirugía cardiovascular) se debió a mi eterno compromiso con mi patria. Nunca perdí mis raíces. Volví para trabajar en docencia, investigación y asistencia médica. La primera etapa en el Sanatorio Guemes, demostró que inmediatamente organizamos la residencia en cardiología y cirugía cardiovascular, además de cursos de post grado a todos los niveles.
Le dimos importancia también a la investigación clínica en donde participaron la mayoría de los miembros de nuestro grupo. En lo asistencial exigimos de entrada un número de camas para los indigentes. Así, cientos de pacientes fueron operados sin cargo alguno. La mayoría de nuestros pacientes provenían de las obras sociales. El sanatorio tenía contrato con las más importantes de aquel entonces.
La relación con el sanatorio fue muy clara: los honorarios, provinieran de donde provinieran, eran de nosotros; la internación, del sanatorio (sin duda la mayor tajada).
Nosotros con los honorarios pagamos las residencias y las secretarias y nuestras entradas se distribuían entre los médicos proporcionalmente.
Nunca permití que se tocara un solo peso de los que no nos correspondía.
A pesar de que los directores aseguraban que no había retornos, yo conocía que sí los había. De vez en cuando, a pedido de su director, saludaba a los sindicalistas de turno, que agradecían nuestro trabajo.
Este era nuestro único contacto.
A mediados de la década del 70, comenzamos a organizar la Fundación. Primero con la ayuda de la Sedra, creamos el departamento de investigación básica que tanta satisfacción nos ha dado y luego la construcción del Instituto de Cardiología y cirugía cardiovascular.
Cuando entró en funciones, redacté los 10 mandamientos que debían sostenerse a rajatabla, basados en el lineamiento ético que siempre me ha acompañado.
La calidad de nuestro trabajo, basado en la tecnología incorporada más la tarea de los profesionales seleccionados hizo que no nos faltara trabajo, pero debimos luchar continuamente con la corrupción imperante en la medicina (parte de la tremenda corrupción que ha contaminado a nuestro país en todos los niveles sin límites de ninguna naturaleza). Nos hemos negado sistemáticamente a quebrar los lineamientos éticos, como consecuencia, jamás dimos un solo peso de retorno. Así, obras sociales de envergadura no mandaron ni mandan sus pacientes al Instituto.
¡Lo que tendría que narrar de las innumerables entrevistas con los sindicalistas de turno!
Manga de corruptos que viven a costa de los obreros y coimean fundamentalmente con el dinero de las obras sociales que corresponde a la atención médica.
Lo mismo ocurre con el Pami. Esto lo pueden certificar los médicos de mi país que para sobrevivir deben aceptar participar del sistema implementado a lo largo y ancho de todo el país.
Valga un solo ejemplo: el Pami tiene una vieja deuda con nosotros, (creo desde el año 94 o 95) de 1.900.000 pesos; la hubiéramos cobrado en 48 horas si hubiéramos aceptado los retornos que se nos pedían (como es lógico no a mí directamente).
Si hubiéramos aceptado las condiciones imperantes por la corrupción del sistema (que se ha ido incrementando en estos últimos años) deberíamos tener 100 camas más. No daríamos abasto para atender toda la demanda.
El que quiera negar que todo esto es cierto que acepte que rija en la Argentina, el principio fundamental de la libre elección del médico, que terminaría con los acomodados de turno.
Los mismo ocurre con los pacientes privados (incluyendo los de la medicina prepaga) el médico que envía a estos pacientes por el famoso ana-ana , sabe, espera, recibir una jugosa participación del cirujano.
Hace muchísimos años debo escuchar aquello de que Favaloro no opera más! ¿De dónde proviene este infundio?. Muy simple: el pacientes es estudiado. Conclusión, su cardiólogo le dice que debe ser operado. El paciente acepta y expresa sus deseos de que yo lo opere. “Pero cómo, usted no sabe que Favaloro no opera hace tiempo?”. “Yo le voy a recomendar un cirujano de real valor, no se preocupe”. El cirujano “de real valor” además de su capacidad profesional retornará al cardiólogo mandante un 50% de los honorarios!
Varios de esos pacientes han venido a mi consulta no obstante las “indicaciones” de su cardiólogo. “¿Doctor, usted sigue operando?” y una vez más debo explicar que sí, que lo sigo haciendo con el mismo entusiasmo y responsabilidad de siempre.
Muchos de estos cardiólogos, son de prestigio nacional e internacional.
Concurren a los Congresos del American College o de la American Heart y entonces sí, allí me brindan toda clase de felicitaciones y abrazos cada vez que debo exponer alguna “lecture” de significación. Así ocurrió cuando la de Paul D. White lecture en Dallas, decenas de cardiólogos argentinos me abrazaron, algunos con lágrimas en los ojos. Pero aquí, vuelven a insertarse en el “sistema” y el dinero es lo que más les interesa.
La corrupción ha alcanzado niveles que nunca pensé presenciar. Instituciones de prestigio como el Instituto Cardiovascular Buenos Aires, con excelentes profesionales médicos, envían empleados bien entrenados que visitan a los médicos cardiólogos en sus consultorios. Allí les explican en detalles los mecanismos del retorno y los porcentajes que recibirán no solamente por la cirugía, los métodos de diagnóstico no invasivo (Holter echo, camara y etc., etc.) los cateterismos, las angioplastias, etc. etc., están incluidos.
No es la única institución. Médicos de la Fundación me han mostrado las hojas que les dejan con todo muy bien explicado. Llegado el caso, una vez el paciente operado, el mismo personal entrenado, visitará nuevamente al cardiólogo, explicará en detalle “la operación económica” y entregará el sobre correspondiente!.
La situación actual de la Fundación es desesperante, millones de pesos a cobrar de tarea realizada, incluyendo pacientes de alto riesgo que no podemos rechazar. Es fácil decir “no hay camas disponibles”.
Nuestro juramento médico lo impide.
Estos pacientes demandan un alto costo raramente reconocido por las obras sociales. A ello se agregan deudas por todos lados, las que corresponden a la construcción y equipamiento del ICYCC, los proveedores, la DGI, los bancos, los médicos con atrasos de varios meses. Todos nuestros proyectos tambalean y cada vez más todo se complica.
En Estados Unidos, las grandes instituciones médicas, pueden realizar su tarea asistencial, la docencia y la investigación por las donaciones que reciben.
Las cinco facultades médicas más trascendentes reciben más de 100 millones de dólares cada una! Aquí, ni soñando.
Realicé gestiones en el BID que nos ayudó en la etapa inicial y luego publicitó en varias de sus publicaciones a nuestro instituto como uno de sus logros!. Envié cuatro cartas a Enrique Iglesias, solicitando ayuda (¡tiran tanto dinero por la borda en esta Latinoamérica!) todavía estoy esperando alguna respuesta. Maneja miles de millones de dólares, pero para una institución que ha entrenado centenares de médicos desparramados por nuestro país y toda Latinoamérica, no hay respuesta.
¿Cómo se mide el valor social de nuestra tarea docente?
Es indudable que ser honesto, en esta sociedad corrupta tiene su precio. A la corta o a la larga te lo hacen pagar.
La mayoría del tiempo me siento solo. En aquella carta de renuncia a la C. Clinic, le decía al Dr. Effen que sabía de antemano que iba a tener que luchar y le recordaba que Don Quijote era español!
Sin duda la lucha ha sido muy desigual.
El proyecto de la Fundación tambalea y empieza a resquebrajarse.
Hemos tenido varias reuniones, mis colaboradores más cercanos, algunos de ellos compañeros de lucha desde nuestro recordado Colegio Nacional de La Plata, me aconsejan que para salvar a la Fundación debemos incorporarnos al “sistema”.
Sí al retorno, sí al ana-ana.
“Pondremos gente a organizar todo”. Hay “especialistas” que saben como hacerlo. “Debés dar un paso al costado. Aclararemos que vos no sabés nada, que no estás enterado”. “Debés comprenderlo si querés salvar a la Fundación”
¡Quién va a creer que yo no estoy enterado!
En este momento y a esta edad terminar con los principios éticos que recibí de mis padres, mis maestros y profesores me resulta extremadamente difícil. No puedo cambiar, prefiero desaparecer.
Joaquín V. González, escribió la lección de optimismo que se nos entregaba al recibirnos: “a mí no me ha derrotado nadie”. Yo no puedo decir lo mismo. A mí me ha derrotado esta sociedad corrupta que todo lo controla. Estoy cansado de recibir homenajes y elogios al nivel internacional. Hace pocos días fui incluido en el grupo selecto de las leyendas del milenio en cirugía cardiovascular. El año pasado debí participar en varios países desde Suecia a la India escuchando siempre lo mismo.
“¡La leyenda, la leyenda!”
Quizá el pecado capital que he cometido, aquí en mi país, fue expresar siempre en voz alta mis sentimientos, mis críticas, insisto, en esta sociedad del privilegio, donde unos pocos gozan hasta el hartazgo, mientras la mayoría vive en la miseria y la desesperación. Todo esto no se perdona, por el contrario se castiga.
Me consuela el haber atendido a mis pacientes sin distinción de ninguna naturaleza. Mis colaboradores saben de mi inclinación por los pobres, que viene de mis lejanos años en Jacinto Arauz.
Estoy cansado de luchar y luchar, galopando contra el viento como decía Don Ata.
No puedo cambiar.
No ha sido una decisión fácil pero sí meditada.
No se hable de debilidad o valentía.
El cirujano vive con la muerte, es su compañera inseparable, con ella me voy de la mano.
Sólo espero no se haga de este acto una comedia. Al periodismo le pido que tenga un poco de piedad.
Estoy tranquilo. Alguna vez en un acto académico en USA se me presentó como a un hombre bueno que sigue siendo un médico rural. Perdónenme, pero creo, es cierto. Espero que me recuerden así.
En estos días he mandado cartas desesperadas a entidades nacionales, provinciales, empresarios, sin recibir respuesta.
En la Fundación ha comenzado a actuar un comité de crisis con asesoramiento externo. Ayer empezaron a producirse las primeras cesantías. Algunos, pocos, han sido colaboradores fieles y dedicados. El lunes no podría dar la cara.
A mi familia en particular a mis queridos sobrinos, a mis colaboradores, a mis amigos, recuerden que llegué a los 77 años. No aflojen, tienen la obligación de seguir luchando por lo menos hasta alcanzar la misma edad, que no es poco.
Una vez más reitero la obligación de cremarme inmediatamente sin perder tiempo y tirar mis cenizas en los montes cercanos a Jacinto Arauz, allá en La Pampa.
Queda terminantemente prohibido realizar ceremonias religiosas o civiles. Un abrazo a todos, René Favaloro.
Julio 29-2000 –14,30 horas.

viernes, 19 de junio de 2009

muchas cosas

Hay muchas cosas que me hacen pensar en ti.
Las estrellas hermosas que se te parecen.
Problemas con mis viejos, y esta edad sin paz.
Mi sed de besos, y esta soledad.

Esa que me hace pensar en vos.
Esa que me hace gritarle a Dios.
Esa que me hace rogar en esta terraza:
¡Que vuelvas a casa!

Hay muchas cosas que me hacen pensar en ti.
El brillo de tus ojos en mi sueños.
Las ganas de ser de tu corazón, el único dueño.
Y esa alegría que cuando te fuiste perdí.

La que me viene cuando me abrazas.
La que en mi alma hiciste florecer.
La que me viene solo cuando estas,
y no quiero perder.

Alguna cosa hace que termine mi canción,
y alguna otra dice que será inmortal.
Tan terriblemente y locamente inmortal,
como el amor inmenso que siento con vos.

Que a mi trajiste por primera vez,
aquel que nunca, nunca cambiará.
Aquel que por ser la mujer a quien deseo,
no terminará jamás...

y no terminará jamás...

y no terminará jamás...

y no terminará jamás...

jueves, 18 de junio de 2009

La equivocación de antaño

¿Cómo lloran esos perros?
¿Cómo pueden llorar?
¿Acaso ya no obedecen?
¿Ya no obedecen a un nefasto amo?
¿Pueden llorar los ciervos voluntarios?
¿O solo imitan las tristezas obligadas??
Tienen precios sus cabezas en el infierno
Los rebeldes no soportan esa cobardía.

Y que un portador de luz los libre,
mas que un divino ser se distraiga,
y puedan robarlos de sus garras.
Pobre Luzbel, incomprendido social,
difamado por el aceptado patrón celestial.
¿Es el paraíso la castidad y abstinencia?

Un ejercito santo y angelical,
para los monoteístas.
Un millón de estampas y mercancías,
para los negadores del fetichismo.
Un palacio dorado,
para los que regresan lo del Cesar al Cesar.
Un olvido,
Para los inquisidores.
Una procesión,
Por la muerta inteligencia humana

martes, 9 de junio de 2009

de relojes y trenes...

Él como cada día de su vida, veía pasar el tren a su lado. Y sin embargo no lo notaba, pero un día gris y sin vida levanto la mirada del suelo y vio las aves volando, en ese momento deseó volver el tiempo atrás, recordar lo que había olvidado, encontrar lo que había estado buscando y vivir lo que había perdido esperando, pero notó que hacia tiempo atrás un accidente le había roto los sueños, las ganas de soñar y de pelear por lo que toda su vida había deseado, la completa felicidad.

Esta vez el tren se detuvo, pero él noto que estaba atado al suelo, entonces metió su mano en el bolsillo y sacó su reloj quieto y distante como un reflejo de su vida que el último instante le gritaba TODOS A BORDO! Entonces hizo uso de una navaja francesa bellamente decorada y cortó los vínculos que lo unían a la tierra. Nunca supo que cada tren era un camino a la felicidad y al final las cuerdas que corto fueron las que hicieron que se alejara del suelo pero a la vez del cielo.

No dejemos que el pasado nos atormente pero tampoco lo olvidemos

domingo, 7 de junio de 2009

el gourmet del infierno...

¡Muy buenas noches, bienvenidos al show!
Hoy les prometo un poco de felicidad, ja ja ja...
Pasen y vean el rostro del diablo
detrás de la puerta aguarda con satisfacción.
Repite como un charlatán
lo mismo que dijo ayer.
Siempre promete que va a revelar
la gloria de la miseria y la oscuridad.
Dejen sus miedos atrás,
pasen y vean de cerca la bestialidad.
Como una araña en su red
espera que caigas allí.
De las miserias es todo un gourmet,
sabe mentir y sobre todo sabe ser cruel.

lunes, 1 de junio de 2009

Replegadas y acechando
prontas a saltarme al cuello
esas jodas se le caen de los bolsillos
mientras bailan el pogo del payaso asesino.
Bailan el pogo del payaso asesino!
Bailan el pogo del payaso asesino!
Son mas líndas que prudentes
son las monas culeadoras
comen de la cajita feliz
y bailan el pogo del payaso asesino.
Bailan el pogo del payaso asesino!
Bailan el pogo del payaso asesino!
Y están las pibas de Ushuaia
que son princesas del frio
corazones adiestrados
que se van a los caminos.
Bailan el pogo del payaso asesino!
Bailan el pogo del payaso asesino!
Atropellan y rebotan
apaleadas por la "pasma"
van borrachas como cubas
y bailan el pogo del payaso asesino.
Bailan el pogo del payaso asesino!
Bailan el pogo del payaso asesino!
Creen que engañando tipitos
engañan a un dios berreta
ay! esas lindas que nos miman
mientras balian el pogo del payaso asesino
Bailan el pogo del payaso asesino!
Bailan el pogo del payaso asesino!.

viernes, 22 de mayo de 2009

vivo el rock y me voy a morir asi...


Luca
como una canción
que zumba en el viento del corazón
Luca
fuelle tano que
respirando pampas se aporteño
Luca...
Solitario amor
con su ley
de ausencias
no, no te pongas azul
y ahora quien sirve el "vermú"
en tu subte línea "D"
de San Telmo a Chajari
De ojotas al bar
y del bar al cielo
no, no te pongas azul
no, no me pongas azul
De ojotas al bar
y del bar al suelo
Luca
en el viento
en el viento.
"Vuelve ternura, vuelve para quedarte, sos mi luz interior, no te escondas, brilla tu luz sobre mi"
MENTIRA,MENTIRA! A DONDE TE FUISTE?

martes, 19 de mayo de 2009

la navaja...

Una y otra vez paso la hoja,
gastada ya, sobre la piedra.
Mientras una idea fija nubla mis ideas
Una y otra vez sin otra causa,
más que una causa vieja de desdicha
Se mueve ante mis ojos que se han ido
buscando en el reflejo de aquel filo
tal vez una pequeña ilusión quizás perdida
La hoja que no es más que simple hierro
quizás de alquimia rara endurecida,
la misma que se afila y pierde el filo,
se gasta ante mis ojos que se han muerto
La hoja que me alumbra con un brillo
tal vez de un sol que nunca he visto,
o un simple brillo no más de simple acero,
quizas de alquimia rara endurecido.
Se gasta en entre las yemas de mis dedos
con muda queja de dolor, como de olvido
Se gasta en pos del filo que persigo
igual que la ilusión que nunca alcanzo
igual que la ilusión que ya he perdido
La gasto entre mis manos sin piedad,
igual gaste mi vida buscando un bravo filo
cortador que me salvara.
Pero los años lo mellaron poco a poco
y el mismo tiempo lo ha esgrimido en contra mía!
También perdío lo duro de aquel temple
que fuera otrora la bandera de mi vida,
y de a poco se gastó...
igual que mi navaja con los años.
La diferencia de la navaja con mi vida,
es que hoy: aunque raspando
lo queda de su hoja en una piedra
es muy posible que aparezca todavía
una pequeña ilusión de bravo filo.

martes, 12 de mayo de 2009

pipa vs habanos

Una pipa nace del racimo agnóstico. Un deseo que estimula la misma prohibición.
A lo lejos un habano repliega su torso para inclinarse. La pipa absorbe el tabaco. ¿Por qué prohiben la elección?. Lo mismo pregunta el habano, que ahora esgrime una sonrisa. La complicidad trae bajo sus pies a un universo de adversidades. Prohibir Elección, significa prohibir pensar. Ahora la pipa que distraída de su embriagante aroma, pretende alzarce sobre un habano presuntuoso y caribeño.
Sí, la pipa indica que pensamientos y relajación alternan en un bien común. El habano continua transitando, en lúdicos movimientos,sobre las palabras aun sin sostener el mensaje de la pipa. Es el tiempo de librar esas imágenes que la historia nos muestra con magnifica aventura. El habano continua moviendo su rústico envoltorio, incitando a la pipa. ¡Basta!. La pipa libera de su aireada boca los nombres de: Sarte, Einstein, Freud, Graham Bell, Faulkner, Battista, Felguerez, Casals, Miller, Van Gogh, Simenom, Russell, Hemingway, Ford, Picasso, Baudelaire, Newton, Twain, Da Vinci, Amundsen, y otros tantos que recorren cada línea de nuestras vidas. El habano repliega su mirada, conecta su paso hacia la retirada y plasma en su huella el sabor a la envidia. Ahora la pipa infla su cuello y se relaja. En la solitaria estadía queda a la espera, de su próximo hombre.

dulce filo de mi suerte...

Sé que me iré, lejos me iré
a entreverarme en los humos.
Quien sabe allí enterraré
sus negros besos verdugos.

Sé que el Señor sabe por qué
se ensuciaron mis manos.
Si al disparar sólo vengué
a un corazón destrozado.

Dulce bala de la muerte.
Dulce bala de mi suerte.

Sé que le dí, todo le dí.
Fue mi fuego sagrado.
Pero su risa de hacha afiló
en el cadalzo, esta ira.

Sé que me iré, lejos me iré
a entreverarme en los humos.
Quien sabe allí enterraré
sus negros besos verdugos.

Dulce filo de la muerte.
Dulce filo de mi suert

domingo, 10 de mayo de 2009

mi primera pipa

Mi primer encuentro con la pipa, qué lejano momento. Era la época ingenua y triste de mi vida, la de mi juventud atormentada, la de la Argentina en blanco y negro. Entonces vivía en Salta, una ciudad pueblerina y gris, tan triste como el resto de la tierra maldita. Había visto algunas pipas en el cine, humeando en las bocas de los actores de Hollywood que representaban las vidas de resueltos abogados, escritores encumbrados, reconocidos médicos y empresarios acaudalados, todos ellos acomodados y felices, a pesar del gris con que el celuloide los teñía. Tan inalcanzable me parecían sus vidas como sus pipas. En mi ciudad nadie fumaba en pipa, al menos yo nunca lo había visto.


Hasta una noche, tan fría como las noches más frías de la Patagonia. Había en Salta unlocal llamado “Cervecería La Plata”, aunque nadie lo llamaba así (siendo ese el nombre que lucía sobre la puerta en bellas letras góticas, curiosamente doradas, no plateadas) sino el “bar de Cafrune”. Cafrune era el dueño, un individuo pequeño y encorvado, de cejas espesas, que arrastraba los pies al andar y apenas mostraba el cráneo mondo por encima de la altísima barra del establecimiento cuando atendía a sus clientes. El bar de Cafrune se distinguía de los otros porque transgredía la ley, en una época en la que nadie osaba burlar las ordenanzas municipales que regían la vida de los Salteños. Era el único local que se mantenía abierto toda la noche. No abierto, la puerta se cerraba a la hora ordenada, pero su interior bullía de clientes intempestivos y variopintos, señoritos sin paradero fijo, truhanes, prostitutas, insomnes amargados, algún estudiante y no pocos párrocos de pueblo. Había que llamar con golpes rítmicos, en una secuencia sabida por todos los animales noctámbulos de la ciudad que formaban la contraseña sin la cual el viejo Cafrune no abría la puerta por mucho que la aporrearan. Yo visitaba el local las noches de los sábados, después de recorrer los prostíbulos del Alto de la Villa, casi al amanecer, para comer uno de los afamados platos de habas con oreja de cerdo.


Aquella noche, casi tan fría como las frías noches de la tundra siberiana, llamé a la puerta del bar de Cafrune con el toque ritual y casi al instante la puerta se abrió. Yo estaba hambriento, después de una noche de putas y algaradas, de vino y canciones ásperas. Sólo quedaba una mesa libre. Nada más sentarme, Cafrune depositó ante mí un humeante plato de habichuelas que devoré en pocos minutos. Al terminar saqué un cigarrillo y lo encendí.

-Esa porquería te matará- la voz venía de la mesa de al lado.

Miré a mi izquierda y me fijé en el hombre que había pronunciado aquellas palabras. Su aspecto era tan estrafalario que me extrañó no haberme percatado antes de su presencia. Vestía un chaquetón de paño basto y oscuro y cubría su cabeza con una gorra de marinero raída y brillante por la mugre. Un marinero en salta, cosa extraña, tan lejos del mar. La expresión de su rostro hubiera sido siniestra de no ser por la máscara de infinita tristeza que la cubría. Ante él, una botella de ginebra y un vaso con una extraña cucharilla encima. Sin mirarme siquiera puso dos terrones de azúcar sobre la cucharilla, vertió el líquido incoloro sobre el azúcar y le prendió fuego con un mechero de gasolina que sacó de uno de los bolsillos del chaquetón. El alcohol ardió con llama azulada durante un par de minutos y el azúcar licuado fue cayendo al fondo. Después colmó el vaso con el líquido verde de la botella y lo bebió de un trago. Entonces me miró.

-¿Quieres un trago? Le llaman el licor del diablo- me advirtió.

No le contesté, pero él ya había alzado la mano hacia Cafrune que acudió presuroso con otro vaso. El marinero me invitó a sentarme a su lado con un gesto y empujó hacía mi la botella, el vaso y la extraña cuchara. Había algo en aquel hombre que me subyugaba. Me senté en su mesa y comencé la ceremonia de la Ginebra tal cómo la había visto hacer un momento antes. Cuando volqué el líquido caliente en mi boca sentí en la garganta el fuego del licor del infierno. Aguanté como pude, tratando de no demostrar el daño que sufría. El hombre hizo una mueca que quizás quería ser una sonrisa.

Entonces metió la mano en uno de los bolsillos interiores de su tabardo de marinero y extrajo un objeto que en un principio me pareció un revólver. Era una pipa, una cachimba grande y curva, tan ajada que la madera había perdido el hermoso color del brezo y parecía negra. Sacó también una bolsa de cuero, metió en ella la cazoleta de la pipa y la cargó de picadura de tabaco. Cuando la encendió, una nube blanca ascendió hacia el techo y un aroma penetrante y acre inundó el antro atestado de gente.

Durante la hora siguiente continuó fumando mientras hablaba de mares remotos, de lugares donde la vida de un hombre valía menos que la navaja con que lo rajaban, de islas tan perdidas que parecía que sólo él las había visto. Pero no se dirigía a mí, ni siquiera parecía darse cuenta de que aún estaba a su lado. Hablaba a alguien lejano, inexistente. Llenaba su vaso de ginebra y acercaba la botella al mío para que yo hiciera lo mismo. Yo lo miraba extasiado. En sus manos, la pipa parecía una parte de sí mismo. Subía a la boca y bajaba a la mesa rítmicamente, como a golpes de remo. Delante de su cara siempre había una nube de humo. Era a esa nube a quien dirigía su relato, que más bien parecía una lamentación.

Los últimos clientes del barsucho se marcharon cuando la claridad del día comenzó a perfilar el rectángulo gris de la ventana. El hombre había terminado su pipa, dio unos golpecitos sobre el mármol de la mesa para vaciarla. Se levantó y se dirigió a la puerta.Agarre la pipa y la bolsa de cuero con el tabaco para advertirle de que las olvidaba, pero él se volvió desde la puerta y me dijo:

-Guárdala, muchacho. No la necesitaré en el lugar a donde voy. Y tira esos cigarrillos, son una porquería.

Desapareció entre la bruma helada y nunca más volví a verlo.

Todavía conservo aquella pipa. La limpié con cuidado, lijé la madera con suavidad hasta que la veta volvió a brotar, pulí la boquilla y la enceré por completo. Aparecieron una palabras: Peterson’s Dublin, Made in Ireland, y unas iniciales grabadas toscamente con la punta de una navaja, M.A.R.

No he sabido nunca quien era aquel hombre ni de donde venía. El relato de sus andanzas no me aportó nada sobre su identidad. Unos días después corrió por la ciudad el rumor de que un hombre, estrafalario y sucio, seguramente un mendigo al que nadie conocía, se había ahorcado en uno de los árboles del parque. Pregunté en la municipalidad donde habían puesto los restos de aquel hombre. En la fosa común del cementerio, me dijeron. Una fría mañana, tan fría como las mañanas de las costas heladas de Groenlandia, visité el cementerio. Puse sobre la plancha de cemento que ocultaba los restos de los olvidados una botella de ginebra y dos vasos y los llené hasta el borde. Después cargué mi pipa y la prendí. ¿Quién será M.A.R.?, le pregunté a la columna de humo que escapaba hacia el cielo.